No conocía el germen, ni de trigo, ni de soya, ni de alfalfa, nada de eso; eso provocó que se burlaran de mí a mitad de mi clase de mercadotecnia. Entonces tuve una regresión, cuando mi familia se burló de mí porque nunca había probado los pistaches y no sabía cómo demonios se comían.
Sufrí, lloré y tuve miedo. Y ya D:
No posteo mucho sobre comida, disculpen la incoherencia de esta publicación, no tiene ni pies ni cabeza, en serio. Y eso que no les hablé de los bulgaros...
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