Buenos Modos

Oh si, que bonito es que se te haga tarde para ir a la escuela, llegar en veinte minutos -y en una pieza- es prácticamente una odisea, pero lo logré. Eso sí, hoy sí que me tocó viajar como sardina. Autobús a toda marcha -ventanas y puertas cerradas-, con topes, baches y pobres e inocentes criaturitas atropelladas, parecía casi un vagón del metro a la hora pico; unos sentados, otros de pie, todos amontonados y yo prácticamente podía sentir el aliento del que estaba a mi lado, podía ver su vello facial apeeenas brotando, y podía oír su respiración…o sea naadaa cómodo, nadita.

Y lo peor de todo es que todos los hombres sentadotes muy cómodos y las mujeres de pie, ¿Y la caballerosidad? Si, estoy a favor de la igualdad entre hombre y mujer, pero una mujer con sus dos hijos ¿no merece sentarse? ¿Y qué tal una mujer mayor con bolsas del mandado en cada mano? Creo que hay que darle prioridad a las personas que –bajo nuestro criterio- tengan mayor necesidad, independientemente del sexo… únicamente señalaba que hoy yo vi a muchos hombres jóvenes usando los lugares que otras personas deberían de haber ocupado.

Jovencitos(as), adultos jóvenes ó como sea que se les llame en estos tiempos: Échenle coco, razonenlo, sopesenlo y la próxima vez que vean a una persona que lo necesite, cédanle el lugar, ayúdenle a cargar sus bolsas, ábranle la puerta, acompáñenl@ a cruzar la calle…son estas pequeñas acciones las que hacen la diferencia.

Ya si les pasa como a mi madre –ella le intentó ceder el lugar a una señora mayor y ésta casi le mienta la madre- pues cuenten hasta diez y piensen que al menos lo intentaron.