PROHIBIDO

Desconozco si se deba al simple poder de la psicología inversa, a la hipnotizante necesidad de realizar aquello que se nos prohibe, o si sencillamente todos tenemos un rebelde -uno normal, no rbd- en nuestras mentes/corazones/almas, pero una cosa es segura: la simple acción de vetar algo solo provocará en nosotros el irremediable deseo de romper la regla, conocer lo que se nos prohibe, y averiguar -eventualmente- que lo no permitido es más divertido SOLO por eso, y nadamás.

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Si a estas alturas consideran que el post va en una buena dirección, y que mi anécdota y su consecuente reflexión serán fantásticas, sorprendentes, incomparables...se equivocan.

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Todo lo que he escrito hasta este momento se desprende de la siguiente imagen:

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No juzguen ¬¬

Ven? Están juzgando...

Mi constante búsqueda de one-shots (cuentos cortos...mangas pues), impulsada por mi nada inusual tendencia a la flojera me llevó a leer prácticamente cualquier historia que constara de no más de 3 capítulos. He leído las cosas más raras que se puedan imaginar (ok, no tanto, pero me entretengo), sin embargo una oferta como la que presentaba la imagen era algo extraño y -como lo mencioné anteriormente- prohibido.

¿Qué hice?

Obviamente la leí. Tal vez ustedes sean personas no-curiosas, racionales y poco obsesivas que puedan simplemente cerrar la página y buscar otra cosa que leer.

Bien. Yo no soy así.

Y la anécdota es la siguiente: No lean mangas así porque se van a aburrir como ostras (aún me pregunto de donde saqué esa frase...), en serio, lo prohibido pierde su impulso en cuanto deja de serlo, pero ¿quién diría que puede existir una historia así entre una princesa y una rana?

En serio, está aburrida, no la lean. ¿Comentarios?