martes, 8 de febrero de 2011

Decisión

.
Hoy -alrededor de las 6 y media de la tarde- tuve una epifanía. Ya sé que tipo de madre quiero ser.
.
Si alguno de mis hijos y yo nos encontramos a una distancia grande -y resulta que lo necesito-, gritaré su nombre -más apellido cuando esté realmente enojada- y luego la razón de por qué es imperiosa su presencia u opinión, ya saben "Diego, traéme mis lentes" o "Eduardo, ya comiste?". Nada de su nombre, una y otra vez, incansablemente, hasta que se aparezca ante mí para preguntarle únicamente "ya llegaste?"
.
Y ya, ja

1 comentario:

Peyote dijo...

Ah! Serás mi madre. Jajaja.
Qué miedo.