sábado, 23 de mayo de 2009

¬¬

Juro que hasta me dolieron los ojos de tanto hacerle así ¬¬

La cuestión es que no se necesita ser tan perspicaz para saber cuando estás haciendo mal tercio…según yo. No sé ustedes, pero yo digo que salta a la vista cuando dos personas se dirigen hacia algún lado, a comer, al cine, a sentarse en la banca de un parque y fijar la mirada en los zapatos del otro, cosas así. Hasta yo, que soy tan distraída soy capaz de saber cuando estorbo.

Al parecer tengo un amigo que tarda mucho –mucho realmente- en darse cuenta de que su presencia es innecesaria, no lo quiero quemar, pero *cof*Josué *cof* se la pasó hable y hable y hable (…) muy alegremente mientras Fer y yo teníamos cara de ¬¬ durante todo el viaje. ¿Pero cómo decirle algo a Josué? Ese niño es un pan de dios, jaja, o como él mismo diría “bien intenso”, y pues sentí feyo decirle “Sale pues, ahí te quedas, nosotros nos bajamos a comer aquí”…hubiera salido peor que lo acabara invitando a comer con nosotros, o…que el mismo se auto-invitara :S

La cosa es que al fin –más bien, aparentemente- convencí a Fer de que me permitiera invitarlo a comer (aún así no lo vi muy entusiasmado por la idea, pero bueno…) y ahí estaba yo, en mi salón con Josué y con Rafa, haciendo…bueno, de hecho yo estaba espiando su trabajo, ya saben, ellos trabajaban y yo escuchaba (muajajaja); Fer llegó cuando Josué estaba cantando (si, Josué canta) el Ave María (sin comentarios), salimos, caminamos pa’ las jardineras, acompañamos a Josué a la biblioteca central (sentí feo dejarlo solo) y luego pensé “dejo a Josué con Sonia y listo!”, pero oh sorpresa! Sonia se había ido. No quedo más remedio que caminarle a la salida, los tres.Y he ahí:

(Mi mala memoria puede provocar que deforme en exceso los diálogos)
Josué: Fer ¿Y tu para dónde vives?
Fer: Para allá (lado totalmente opuesto de para donde Josué y yo vivimos)
Josué: Y no sería más fácil que tomaras un camión aquí abajo?
Fer:


Josué: ¿Y qué camión tomas?
Fer: El que sea
Josué: ¿El que sea te lleva?
Fer:


Lo mejor fue que cuando nos subimos al camión pensé en sentarme con Fer para…diseñar un plan de acción o algo así (plan de acción equivalía a bajar corriendo del camión sin despedirnos de Josué), pero no! Josué hizo el enorme favor de sentarse a mi lado. Ya el resto del viaje fue intercambiar miradas de ¬¬ tratando de pasarle a Fer el mensaje mental de “dile algo a Josuéeee :S” (ahora sé que el intentaba hacerme entender lo mismo), pero creo que ambos nos vimos muy zopes por no hacer ni decir nada en el momento adecuado. Ya cuando Josué se bajó en la terminal nos pusimos a reír, y reír, y reír (más que nada de Josué, por despistado).

Y ya =)

Al otro día:

Yo: Josué, te puedo decir algo?
Josué: Claro =)
Yo: Si Fer vive en el lado opuesto de donde yo vivo…
Josué:
Yo: Y me esperó…
Josué:
Yo: Y si nos acompañó a la biblioteca…
Josué:
Yo: Y si tomó el mismo camión que nosotros…
Josué: Ah si!!! Cuando llegué a la terminal me puse a pensar que igual y ustedes iban a ir a algún lado (ojalá se le hubiese prendido el foco antes)…pero pues me hubieras dicho algo!!! =)
Yo: :S ah pues si, verda’ :S